Las 10 reglas de oro para tener éxito en su ONG

Publicado el 27 de febrero de 2019Por

No es difícil ni vamos a descubrir nada sorprendente con estas reglas, pero lo cierto es que en demasiadas ocasiones vemos como organizaciones sociales no las consideran y tienen dificultades, que en algunos casos, llegan al abandono de un proyecto útil y necesario en la sociedad.

La inmensa mayoría de las organizaciones sociales en crisis, y seguramente discreparan con esta afirmación, no lo están por circunstancias externas, si no por malas decisiones de los órganos directivos. Evalúe la situación de su entidad y contraste lo que hace con estas infalibles 10 reglas de oro…

1. Gasta menos de lo que ingresas. ¿Le parece una regla evidente? Pues no sabe la cantidad de ONGs que no llevan un adecuado control de su presupuesto, o que de forma reiterada tienen pérdidas año tras año esperando que mejore con un ingreso “hada madrina”. Porque esto supone en muchos casos que debo restringir el gasto, y eso implica tomar decisiones impopulares, como disminuir personal, móviles, gastos de eventos, cambiar a un local más pequeño, etc. etc.

2.- Sea fiel a tus fines sociales: las ONGs tienen un propósito claro y definido, que son su identidad, su razón de ser y estar, su prestigio y su reto de transformación de la sociedad. No se dedique a hacer “de todo” y mucho menos a hacer “lo que me subvencionan”. Tarde o temprano ello acabará con el propio proyecto.

3. Ubíquese en el lugar correcto. Su organización tiene que estar cerca de los colectivos, de las necesidades, intereses o problemas, de la realidad que pretende cambiar. A veces los “caramelos” de locales cedidos por AAPP o una entidad privada, o el «chollo» que encontramos,  les llevan a lugares donde el colectivo no llega, o donde se encuentra muy limitado para realizar la actividad que quiere realizar.

4. Evite endeudarse y los ingresos que no se cobran. Sí, sí, claro, estamos pensando lo mismo, cuidado con las subvenciones públicas, especialmente de aquellas administraciones que tienen como costumbre olvidarse durante años de pagar. Puede ser muy tentador, pero tarde o temprano su organización se quedará sin liquidez y pagará las consecuencias. Son demasiados los proyectos sociales que en vez de construirse desde la base social y los recursos privados lo han hecho a base de subvenciones, y muchos de ellos se los ha llevado la crisis por delante… aprenda de ello y no reitere en el error.

5.- Sea constante y perseverante. Ahora es cuando se necesita apostar por los proyectos sociales, no se rinda, no crea que con un esfuerzo puntual va a conseguir una huella significativa.

6.- Haga las cosas bien o no las haga. Cuando se trata de personas excluidas sociales, o nuevas iniciativas culturales, de ocio, deportivas, o de ayudar a personas con enfermedades o discapacidad, y un largo etc. no cabe la chapuza, no cabe generar expectativas para después ahuecar el ala. En este sector donde la confianza es tan importante,  le garantizamos que no tendrá segundas oportunidades.

7.- Conozca los problemas y esté en la vanguardia de las soluciones. Lo que era un problema hace 10 años (o 5) ahora puede que ya no tenga relevancia y han surgido nuevas dificultades que necesitan de participación y compromiso. Un proyecto social debe ser sinónimo de conocer la realidad y aportar soluciones innovadoras y actuales.

 8.- Cuide, respete e involucre a los/as trabajadores/as. Nos lo leerá mucho en este blog, el éxito de una organización social depende fundamentalmente de la calidad de las personas que lo componen. Una ONG no son unas siglas, son personas comprometidas que trabajan en equipo.

 9.- Comience por lo pequeño. Cuidado con los pensamientos o personas mesiánicas, cualquier camino, por muy lejos que esté, comienza con un primer paso. Haga cosas pequeñas, genere confianza y aprendizajes, construya desde pilares sólidos; y vaya creciendo conforme sus conocimientos, posibilidades y respaldo social se lo permita.

10.- Aprenda, aprenda y aprenda. Aún hoy hay muchas entidades que no se gastan ni siquiera el crédito de formación bonificada con sus equipos de trabajo, o lo hacen en una formación de mala calidad o no adaptada. Cada conocimiento nuevo que incorpora a su entidad es una herramienta para hacerlo mejor. Invertir en formación es hacerlo en sus fines sociales y en el futuro de su ONG.

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